Han transcurrido 76 años desde que aquel
pedacito de cielo aterrizó en la tierra.
Creció en su pueblo natal, revestida de
inocencia.
Y a sus 13 años me enamoró.
Entrelazamos nuestras manos y
jamás se separaron.
Fuimos amigos, amantes, compañeros
y cómplices.
Hicimos del amor nuestra seña de identidad.
Procreamos a quiénes con su proceder, propiciaron que nos sintiéramos
orgullosos
de haberlo hecho.
Nuestra felicidad la compartimos con cuantos se contagiaron de ella.
Hoy es recuerdo, nostalgia y añoranza.
Maribel… ZORIONAK!!
Txema
22 de Noviembre de 2019